miércoles, agosto 03, 2011

Alfonso Vidal, In Memoriam

En octubre de 2007 empezó el taller de escultura y fundición en bronce,  a cargo de Alfonso . Martes y viernes, a lo largo de estos casi cinco años,  hemos compartido nuestras tardes con él. Con él,  con la cera, con los  infernillos, con las músicas extrañas que nos ponía,  con los moldes y  con nuestras ruidosas dremel de la señorita pepis.  Ha sido mucho tiempo.
En el parque de San Isidro quedan unos músicos de acero cortén fruto de nuestro trabajo juntos.  Y con él hemos  construido la sardina que se ha quemado cada año, la última con raspa de hierro, para que no desapareciera del todo. Como una metáfora de sí mismo. 

Por casualidad nos enteramos de que tenía un corazón trasplantado . Y allá por mayo una tarde, nos dijo que faltaría unos días porque tenía un cáncer de pulmón.  Como quien tiene que hacer una gestión, una mudanza.  Volvió sin aire,  pero  dijo que todo había ido bien.  Y centró la atención en el fin de curso, en el 15-M  y en su próximo viaje a Berlín.  Repetía Berlín porque le había gustado tanto como pudimos ver por su blog.  Lo vivió intensamente.
Eso me ha encantado de Alfonso, su modo de enfrentarse a la vida, para vivirla.

La foto que tenía ahora en su perfil de Facebook , es un logo perfecto de sí mismo.

Lo vamos a echar muchísimo de menos.