Desde el cartel, Elsa Pataky nos invita a un helado, en una promesa de verano que los reflejos desmienten.
miércoles, agosto 01, 2007
martes, julio 31, 2007
Gijón
sábado, junio 30, 2007
Sal húmeda
El salero de mi casa era uno de esos frasquitos con unos cuantos agujeros en el tapón, que era necesario pinchar con un palillo porque la sal los cegaba. Eso era porque la sal se humedecía.
También se ponían dentro unos granos de arroz, para que absorbieran una parte de humedad de la que ya no podría apropiarse la sal.
Antes de sacudir el salero sobre el plato, lo golpeábamos contra la mesa, para remover su contenido y que se deshicieran los pequeños terrones.
Con frecuencia, había que desenroscar la tapa, dejar caer un poco de sal sobre la mano y con dos dedos, tomar una pizca y salar el huevo frito que ya se estaba enfriando.
En el salero de mi infancia la sal se humedecía y el salero se volvía inútil. Solo servía para que los niños de la casa se entretuvieran con el palillito
He escaneado el paquete de sal.
Miro la foto y leo una vez más: sal húmeda.
También se ponían dentro unos granos de arroz, para que absorbieran una parte de humedad de la que ya no podría apropiarse la sal.
Antes de sacudir el salero sobre el plato, lo golpeábamos contra la mesa, para remover su contenido y que se deshicieran los pequeños terrones.
Con frecuencia, había que desenroscar la tapa, dejar caer un poco de sal sobre la mano y con dos dedos, tomar una pizca y salar el huevo frito que ya se estaba enfriando.
En el salero de mi infancia la sal se humedecía y el salero se volvía inútil. Solo servía para que los niños de la casa se entretuvieran con el palillito
He escaneado el paquete de sal.
Miro la foto y leo una vez más: sal húmeda.
viernes, junio 01, 2007
Pipas
Ocurre, con más frecuencia de la que cabría esperar, que la última pipa de un puñado de pipas que te acabas de comer, esta mala. Muy mala. Lo comento con mi hijo, por ver si es una apreciación muy subjetiva, y esta de acuerdo, es más, añade, siendo algo que no te debería pasar nunca, te pasa bastantes veces. Coincidimos plenamente.
miércoles, mayo 09, 2007
Sobre el placer
Acaba de llamar un chico de una Mutua preguntando por mi marido. Le he dicho que podría hablar con él a partir de las 5 de la tarde. Veinte segundos de conversación. Se ha despedido diciéndome que había sido un placer hablar conmigo. ¿Un placer? ¿no es un poco excesivo? el umbral del dolor y del placer es diferente para cada persona, pero ¿tanto?
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